domingo, 30 de noviembre de 2008

Del Buen Fer

Eres el reflejo incinerante,
Un pedazo de oro viejo, abollado,
Tu fiel escudera se levanta hasta el cansancio,
Te cubre, te protege,
Y tu; te miras, te aniquilas.
No eres mas, solo eso,
Un reflejo, inanimado desde adentro,
Aunque afuera hay movimiento.

Las hojas de tu penar no mueren, crecen,
Te atormentan.
Tu camino ennegrecido por su culpa,
Por la tuya y la de nadie,
Te a completas entre dichos, entre risas,
No caminas más caminos, duermes,
Te consuelas, esa es tu cobija, la que sientes,
La que quiebra.
Uno a uno van siguiendo, te molestan, te detestan,
Tu fiel pena no te deja,
No la dejes que se vaya,
A otra tierra a otra iglesia,
No hay timones, no hay mas piezas
Soledad es la que tiemblas,
Aunque fielmente le rezas.

FERNANDO HERNANDEZ.