Hemos asesinado el dolor,
hemos matado el miedo y el espanto
hemos acabado con el asombro mudo
que ahora deveras enmudece a gritos.
Hemos ultimado vergonzosamente
la vergüenza.
Hemos dado un nuevo nombre
a la violencia.
Estamos reinventando
el crimen, hemos acabado
de acabar con lo acabado.
La palabra tragedia ahora se escribe
diferente.
El miedo y el espanto, se espantaron.
El temor tiembla.
El rayo se estremece.
Y la vida se pasea por el parque,
de la mano con la muerte
y se dicen palabras dulces
salpicadas de horror definitivo...
Y ahora que sigue...
Ulises Figueroa Hernández
colectivo espacios
http://colectivoespacios.blogspot.com
El colectivo ESPACIOS es un colectivo MULTIDISCIPLINARIO que tiene como finalidad abrir, crear, hacer, inventar, construir etc. espacios para aquellos que quieran difundir su arte a un publico mas amplio que el de amigos y familiares; por lo tanto todo tipo de personas que se dediquen a algo parecido pueden formar parte del colectivo.
miércoles, 1 de octubre de 2014
viernes, 8 de agosto de 2014
De pie...
DE PIE
Por Capmont Teyotl
¿Y porqué he de sentarme? Si a la mesa nadie me espera.
Hoy comeré así de pie, en tanto esté solo en casa. Se ha ido mamá, todos se han ido; mis hijos, mi amada...
Mis visitas igual se han marchado. Otros familiares cercanos tomaron igual camino.
Recientemente invité a un vecino acompañarme a la sagrada tabla. Pude notar que en breve salió con ojos desorbitados por cosas que le decía, o quizá fue nadamás por cómo le hablé de mi. En mucho lo vi incrédulo, “me tiró de a loco”.
¡Porqué no comer parado siempre!
Los albañiles en las obras que levantan las casas con prodigiosas manos, bien presurosas, del todo apuradas, siguen este sentir.
¡Insistó!
Los infantes de marina, los soldados, con sus fusiles al hombre en campaña, previniendo la batalla, perduran también.
Así ha de ser, porque de esta manera me recuerdo frente a la tumba de mi hermano pequeño que la vida me dio; cuando estoy tratando descifrar su lápida.
¡¡Parado, siempre parado!!
Es como contemplo mejor las flores que da mi tierra;
de pie, porque en medio del fuego no puedo, no debemos, estar quietos.
Mi corazón indica: como ante las ofrendas al Señor, a la entrada del tabernáculo...
¡Amén!
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