Hemos asesinado el dolor,
hemos matado el miedo y el espanto
hemos acabado con el asombro mudo
que ahora deveras enmudece a gritos.
Hemos ultimado vergonzosamente
la vergüenza.
Hemos dado un nuevo nombre
a la violencia.
Estamos reinventando
el crimen, hemos acabado
de acabar con lo acabado.
La palabra tragedia ahora se escribe
diferente.
El miedo y el espanto, se espantaron.
El temor tiembla.
El rayo se estremece.
Y la vida se pasea por el parque,
de la mano con la muerte
y se dicen palabras dulces
salpicadas de horror definitivo...
Y ahora que sigue...
Ulises Figueroa Hernández
colectivo espacios
http://colectivoespacios.blogspot.com