Verde Infinito.
Andando por el valle, infinita distancia, el verdor es incandescente, el sol se refleja en cada brizna de hierba que mi vista alcanza a distinguir. Con mis pies descalzos, con mi alma desnuda, mis manos ansiosas y mis ojos alertas.
Andando por el valle, infinita distancia, el verdor es incandescente, el sol se refleja en cada brizna de hierba que mi vista alcanza a distinguir. Con mis pies descalzos, con mi alma desnuda, mis manos ansiosas y mis ojos alertas.
Te busco…
Te busco.
Tu sombra se dibuja en la distancia; mis pasos se aceleran, mi corazón se desboca, la desesperación me invade por reducir la distancia, te espere tanto, te imagine tanto que eres una visión irreal, intangible, me tengo que acercar para ver si existes en verdad.
Llego a ti, te toco, te escucho decir mi nombre, te respiro profundo, te veo entera y perceptible; tu efigie me sustrae de la belleza del paisaje, de las hermosas sensaciones del entorno; solo existes tú, solo tú y tu armonía. Mujer implacable, mujer de enebro; deseo estar cerca, muy cerca; tan cerca que la única opción sea introducirme en ti; sentir a través de ti, de tu piel; ver el mundo con tus ojos; escuchar las melodías que te inspiran; probar los sabores que te enervan; saber que es ser tú, que es ser la excelsitud, que es el ser tu amor.
Correspondes mis intenciones, correspondes mis caricias; me sumo en un rio salvaje de deseo, de tacto; cada línea tuya es invitante y tibia; tus movimientos son tersos y provocantes; sabes a lo que sabe la verdad, sabes a lo que sabe la humedad de la hierba, sabes a lo que sabe la esperanza; pruebo toda tu extensión, cada rincón es tocado por mis manos, leo tus intenciones, se que te mueve, que te ensombrece; me llevas a la excitación absoluta, la conciencia se pierde, el instinto me rige; quiero tomarte, quiero mimarte; me abandono y me dejo llevar por la oleada sabiendo que te llevo conmigo; incendiamos el prado, opacamos al sol, la realidad es curva y maleable; el tiempo no existe…
El final nos sorprende en medio de la ternura, la distancia vuelve a ser verde, el sol vuelve a brillar, estamos abrazados, desnudos y enteros, nada nos separa del herbaje, nada nos separa del sol, nada nos separa...
Nada…
Solo la realidad.
Cruel realidad… El perdurable soñar…
Cruel realidad… El perdurable soñar…
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Martin Neria
COLECTIVO ESPACIOS
