miércoles, 1 de octubre de 2014

ASESINATO

Hemos asesinado el dolor,
hemos matado el  miedo y el espanto
hemos acabado con el asombro mudo
que ahora deveras enmudece a gritos.

Hemos ultimado vergonzosamente
la vergüenza.

Hemos dado un nuevo nombre
a la violencia.

Estamos reinventando
el crimen,  hemos acabado
de acabar con lo acabado.

La palabra tragedia ahora se escribe
diferente.

El miedo y el espanto, se espantaron.

El temor  tiembla.

El rayo se estremece.

Y la vida se pasea por el parque,
de la mano con la muerte
 y se dicen palabras dulces
salpicadas de horror definitivo...


Y ahora que sigue...


Ulises  Figueroa  Hernández
colectivo espacios
http://colectivoespacios.blogspot.com

viernes, 8 de agosto de 2014

De pie...



DE PIE
Por Capmont Teyotl



¿Y porqué he de sentarme? Si a la mesa nadie me espera.

Hoy comeré así de pie, en tanto esté solo en casa. Se ha ido mamá, todos se han ido; mis hijos, mi amada...


Mis visitas igual se han marchado. Otros familiares cercanos tomaron igual camino.


Recientemente invité a un vecino acompañarme a la sagrada tabla. Pude notar que en breve salió con ojos desorbitados por cosas que le decía, o quizá fue nadamás por cómo le hablé de mi. En mucho lo vi incrédulo, “me tiró de a loco”.

¡Porqué no comer parado siempre!


Los albañiles en las obras que levantan las casas con prodigiosas manos, bien presurosas, del todo apuradas, siguen este sentir.


¡Insistó!


Los infantes de marina, los soldados, con sus fusiles al hombre en campaña, previniendo la batalla, perduran también.

Así ha de ser, porque de esta manera me recuerdo frente a la tumba de mi hermano pequeño que la vida me dio; cuando estoy tratando descifrar su lápida.

¡¡Parado, siempre parado!!

Es como contemplo mejor las flores que da mi tierra;
de pie, porque en medio del fuego no puedo, no debemos, estar quietos.

Mi corazón indica: como ante las ofrendas al Señor, a la entrada del tabernáculo...




¡Amén!


domingo, 1 de diciembre de 2013

EL FANTASMA

Aguardiente que corroe las entrañas
viscera  infecta de mis noches silentes
carbón ardiente , piedra susurrante.

El fantasma que llevo en mi cabeza
querido monstruo que susurra voces
que me dicta la orden;
moviendo los hilos de la madeja de mi mente
como títere en hiedra venenosa y altiva,
camina con mis pasos 
me mata con mi vida,
se burla, me destruye
 me odia dolorosamente
casi como si me amara con loca pasión
desaforada.

Me sonríe en mis sueños con una risa oscura
casi inicua
casi tonta 
casi como de muerte.

Baila , ríe , canta , se retuerce 
me destruye ,me estrecha ,me encadena;
me flagela en el aire con vientos y ceniza.

Ríos de acero , mantos de agua viva
neblina sin cause , sin causa y sin destino
neblina púrpura llameante y llamativa
retadora de vientos ,buscadora de estiércol
caracol en el hoyo sangrante de la tierra.

Grita y canta ; 
enardecido grita 
canta locamente como el loco
que se aferra a su estrella.

Blasfemia tierna ,arrolladora estampa
de claustro de abandono y de resaca
de eclipses de planetas escondidos
de estrellas que colapsan
de soles que se caen.

Maravilla grande inmersa en leña trepidante
de espadas ardientes traspasando mi oreja.

El fantasma,
mi amigo que no me olvida nunca
que no perdona nunca
que me asesina siempre,
que me tira cuando me levanto
que me pierde cuando casi me encuentro
que me deprime cuando estoy contento.

Mi amigo , mi fantasma
mi carne , mi amuleto
¡cómo te amo!
¡cuanto te detesto !!!.

Ulises Figueroa Hernández
colectivo espacios.

lunes, 16 de septiembre de 2013

domingo, 25 de agosto de 2013

32

Eran 32 mosca muertas
moscas negras ,sobre el agua azul
en el bote blanco.

Moscas muertas
quietas , silenciosas

Moscas que ya no vuelan
que nadan , que se ahogan
que se refrescan en el baño azul
del bote blanco.

Moscan que ya no agitan sus alas
vertiginosamente, que no molestan más ,
que ya no existen.

Del cielo al agua
porque el suelo no las quizo
porque el aire se cansó de sostenerlas
porque se perdieron bajo el encanto
del espejo de agua.

32 moscas muertas negras
nadando quietas en el agua azul
del bote blanco bajo el techo plomizo
en la tarde amarilla
lejos del cielo
y muy cerca del terreno verde
a un lado del durazno que ya no es
pero que era,
del durazno que fué y que estuvo
alguna vez aquí,
como las moscas.

32 moscas muertas,
ya no vuelan
pequeños puntos negros
en la nada nadando.

Quien las recordará
si ya no vuelan....

Ulises  Figueroa  Hernández
colectivo espacios
derechos reservados.

jueves, 6 de junio de 2013

SOMOS LOS MUERTOS

Somos los muertos que habitan esta tierra
llenándola de espanto y de ignominia,
nuestros ojos se salen de sus cuencas viscosas
de lujuria , sexo y sangre.

Nuestros brazos cargan pesadillas
y se caen a pedazos
regando los caminos de guerra, envidia y tedio.

Nuestro pies
pesan
pisan
pasan
dejando rencores odios y abandonos
en cada vereda caminada.

La tierra nos odia,
el cielo nos protege
y un dios y un diablo mas inocentes
y menos perversos que nosotros
se divierten y se espantan a cada paso
que damos.

Entre un cielo que hemos inventado
y un infierno que nos hemos empeñado en construir.

Trabajamos cada día por nuestra muerte
inventando siempre como destruirnos
construyendo fantasmas vanidosos,
recogiendo dinero mal oliente,
creando palabrejas aberrantes:
RICO
POBRE
FEO
BONITO
CLASE MEDIA
CLASE ALTA
ESFERA
SOCIEDAD
y algunas otras que solo el demonio que llevamos dentro
pudo haber sido capaz de concebir.

Nos fascina la vida porque nos deja fabricar cada instante
nuestra muerte.

Nos fascina vivir para morir
amar para aprender a odiar
y reír para poder llorar a cada rato.

Somos los muertos vivientes
pobres muertos que habitamos esta tierra.
pobre tierra , pobre sol ,
que triste luna.

Somos los muertos que no hemos enterrado
a nuestros muertos
para seguir caminando con ellos de la mano...

Ulises  Figueroa  Hernández
colectivo espacios
derechos reservados
se autoriza su publicacion citando la fuente.

viernes, 15 de febrero de 2013

UNA ORACION

Bienaventurados los que no creen en el Señor
porque ellos no heredarán el reino de los cielos
y así no tendrán que luchar en este mundo,
por un pedacito de cielo que ellos mismos
se empeñaron en destruir.

Bienaventurados los que sueñan cuando están
despiertos porque ellos despiertan
cuando están soñando y si la vida se vuelve
pesadilla siempre les queda el consuelo de dormir
al despertar; de vivir al soñar y de soñar al morir
y así se irán muriendo y despertando.

Bienaventurados los locos, los perdidos
los de los ojos inquietos , los que gritan en silencio
secuestrando el aire.
los que acuñan pesadillas cada noche
los que lloran riendo y vuelan como pájaros
cuando caminan sobre la nube de asfalto
y de cenizas de restos de edificios derrumbados
a golpe de suspiros.


Bienaventurados los que fracasan una y mil veces
porque una y mil veces se tendrán que volver a levantar...
....(continuará )...

Ulises  Figueroa  Hernández