domingo, 10 de enero de 2010

ESQUIZOFRENIA

No hay nadie allá afuera,
nada nadie
solo los lobos aullándole a la luna
que los mira impasible.
Pero ni eso, porque no son aullidos
es el rugir del viento que hiere a los árboles
de cansada raíz y eterno tedio, desafiando
al tiempo.
Pero no, pues ni es el viento ni el árbol
ni hoja ni raíz.
Es solo miedo ;
de nacer , de vivir , de ver morir
de sentir como todos se van y no regresan
y se llevan sus sueños a esconderlos a una parte lejana
y se llevan su caminar y sus historias
tejidas con recuerdos de otros tiempos en que buscaron
mañanas florecientes que no encontraron nunca.
Pero ni eso tampoco es , pues como ya se fueron
ya no están ya no existen, ya no susurran plegarias
indecentes ni se oyen pasos necios en las noches
sin sombras.
Como se ve allá afuera no hay nadie
solo días congelados de espera;
solo un reloj sin horas
solo un sueño atrapado entre mil pesadillas.
Gime , llora , grita , pide auxilio;
nadie te va a escuchar:
Porque no hay nadie allá afuera,
nada ... nadie....

Ulises Figueroa Hernández
Colectivo Espacios
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-se autoriza su publicación citando la fuente-